lunes, 3 de agosto de 2015

Luciérnagas

Mientras la luna 
aguarda vigilante
con sus ojos de gata
me he acordado de ti
y tu recuerdo
ha ido tirando de mí 
hacia otro lugar
muy lejos de aquí.

He vuelto a aquel verano de luciérnagas
en los márgenes,
cuando salíamos a pasear de noche
y sus destellos de luz 
eran refugio y guía.
Hoy, en cambio, la oscuridad nos ahoga 
y nos ha convertido en prisioneros.
Ha vencido el miedo.

Ya no salimos a pasear
y veo el cielo estrellado 
desde el otro lado 
de la ventana,
bien cerrada,
para que ni siquiera la brisa nocturna
me pueda rozar.


Casa junto al balneario
(Vallfogona de Riucorb)