La vida vuelve,
lo llena todo:
está en las formas caprichosas de las nubes,
en los campos verdes de algunos inviernos suaves,
en el viento jugando a cambiar las cosas de lugar
para despistar,
en el ronroneo del gato tumbado al sol,
en las primeras hojas perezosas
que despuntan en las ramas del árbol todavía desnudo.
Camino a Barberà de la Conca |
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